GuardarCamino a mí mismo
“Nací en la ciudad de São Paulo en una familia que el arte es la forma de vida, crecí en un estudio de escultura y siempre estuve presente con mi padre Álvaro Franklin. Tengo muchos recuerdos de este período, visitas a galerías de arte, muchas conversaciones con artistas y mi padre produciendo sus obras en piedra, desde el prototipo hasta el final. Siempre he observado la naturaleza real de las cosas, los objetos que me rodean, siempre he estado acostumbrado a ver las cosas, desde un punto de vista analítico. Desarrollé este pensamiento filosófico con la experiencia de mi niñez. Mis obras muestran mi fascinación por los colores y las mezclas químicas que podemos obtener con los diferentes tipos de pinturas y materiales. Construyo mi obra en capas como un “albañil” enyesando una pared. Cada cuadro es un vestigio de unas acciones, que en realidad es mi “negociación” entre el cuestionamiento que está en el cerebro y la materia. Estos hechos crean una expresión determinada, que acaba generando un nuevo estado angustioso: “¿Qué puedo hacer? ¿Qué busco en mi intelecto? “No hay justificaciones plausibles para el interior y tampoco puedo valorar la idea mucho más que el proyecto artístico en sí mismo, por eso, las obras individualmente no tienen títulos, propongo que analicemos los resultados que son la contrarreacción. del asunto, sin dejar de advertir que cada trabajo es una página de mi búsqueda de autoconocimiento. Creo que mucho derrochar tinta, mucho pensar, quizás al final logre encontrar un camino que sea la esencia en cuanto a mi trabajo artístico. ”
