Incluso en la vida cotidiana, a veces sentimos que nuestro camino es tan difícil que puede parecerse a una expedición al borde del permafrost. Puedes encontrarte en este punto tanto caminando como subiendo desde el fondo (como si fuera del mundo submarino). Es importante recordar que este camino nos lleva a la meta, y no debemos abandonarlo solo porque parezca difícil.