La pintura está hecha a sí misma con los restos del fuego. Carbón negro y ceniza blanca mezclados con otros ingredientes y emulsión acrílica transparente para una pintura que nunca se destiñe, hecha de materia orgánica quemada. A lo largo de los años desarrollé mi propia técnica de pintura que permitía al espectador sumergirse profundamente en la pintura para explorar el universo detrás de ella. Cada pintura es absolutamente única y no se puede reproducir. Está firmado, fechado y numerado al dorso. Listo para colgar.