¡Me voy!

Shestov y Camus. “La apoteosis de la falta de fundamento” y “El mito de Sísifo”. El hombrecito es arrojado a un mundo extraño, incomprensible, fundamentalmente incognoscible y hostil. Cuestiones eternas de la filosofía. El absurdo de la existencia y el rechazo de los “principios eternos”. Disturbio. Y el inmortal “sólo hay un problema filosófico verdaderamente serio…” (a esta altura siempre lloro, ahí todo lo demás es muy triste…). El hombre está en la esquina superior izquierda de la imagen. Es muy pequeño en comparación con el resto del espacio: urbanismo lúgubre, enfáticamente desprovisto de color y forma. Se va, vemos su espalda y sus brazos extendidos emocionalmente. ¡Está cansado de todos nosotros! Cansado hasta el punto de sentir náuseas, independientemente de si realmente existimos o si los Wachowski tienen razón y todo es solo Matrix (y Huxley, quien en general aseguró que la Tierra es el infierno de algún otro planeta. Y todos estamos simplemente exiliados aquí). para servir pecados allí...).