Año de creación | 2019 |
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Dimensiones | 91.4 A × 91.4 Al × 3.8 P cm |
Tipos de arte | pintura |
Estilo | abstraccionismo |
Género | familia |
Materiales | acrílico, lienzo |
Pintura: Pintura, Acrílico sobre Lienzo. Vea la pantalla completa con gafas 3D para ver el efecto 3D. (Es impresionante cuando se ve de cerca en persona) Muchos colores metálicos. Firmado y fechado al dorso.
Soy un artista cuyo viaje hacia el autodescubrimiento fue tan único como profundo. A los 58 años, experimenté lo que muchos llaman la "noche oscura del alma", un profundo descenso a la depresión acompañado de una abrumadora sensación de pérdida. Mi mundo de salud, profesional, personal y financiero colapsó, dejándome en un vacío desolador de oscuridad y desesperación, donde mi vida parecía carecer de significado o propósito. Me sentí completamente perdida, sin la energía y la vitalidad para empezar de nuevo o encontrar mi lugar en el mundo, si es que tal lugar existía para mí. En este período de oscuridad, en un momento en el que contemplaba poner fin a mi vida, me topé con mi verdadera vocación. Mi vida, llena de sucesos paranormales y sobrenaturales, empezó a tener sentido. Entre estas experiencias se encontraban encuentros con ovnis y lo que parecían interacciones básicas con ellos. Estos encuentros crearon una narrativa confusa en mi mente, que me llevó años comprender. Durante esta época de caos y oscuridad, comenzaron a formarse en mi mente símbolos extraños, símbolos que eran a la vez misteriosos e irresistiblemente intrigantes. Una noche, en mi punto más bajo, plagada de insomnio, impulsada por una fuerza desconocida, me encontré inmersa en la creación de arte. Sin ningún interés, experiencia o formación previa en el arte, me entregué a esta fuerza y el resultado fue nada menos que milagroso. El arte que creé fue una revelación, que mostraba claramente que mi creatividad estaba siendo dirigida por algo mucho más allá de mi capacidad y comprensión conscientes, algo más allá de cualquier cosa que pudiera concebir o crear conscientemente. Este momento inició una nueva era en mi vida. Cuando pude mantenerme en un estado meditativo y sin pensar, el arte fluyó de mí. Cuando mi ego consciente y pensante regresaba, la creatividad artística desaparecía. Mi arte se convirtió en un conducto para expresar algo trascendente, más allá de mí y de este mundo. Las imágenes que elaboré insinuaban conexiones extraterrestres y lenguajes desconocidos, sugiriendo orígenes que no son de este mundo. Esto no era sólo un pasatiempo recién descubierto; fue una conexión profunda con un universo mucho más vasto e increíble de lo que jamás había imaginado. De repente me sentí como parte de una tribu antigua, teniendo la oportunidad de traer su conocimiento, luz y sabiduría a este mundo a través del arte. Hoy comparto mi historia y mi arte con el mundo, no simplemente como una historia personal sobre cómo superar mi propia profunda oscuridad, sino como un faro de esperanza y un testimonio de la fuerza duradera del espíritu humano. Mis experiencias me han enseñado que incluso en nuestras horas más oscuras, hay fuerzas invisibles y entidades misteriosas que pueden llevarnos a nuestra verdadera vocación. Me refiero a esta fuerza misteriosa como mi Musa. Mi arte narra mi despertar, una conversación con lo desconocido, adentrándose en los reinos místicos y mágicos de la existencia. Refleja mi viaje a través de lo sobrenatural, invitando a otros a explorar el inmenso y misterioso tejido de la vida. A través de mis historias y mi arte, aspiro a animar a otros a abrazar sus experiencias únicas y descubrir el extraordinario potencial que ofrece la vida.