Vista microscópica

Este proyecto comenzó en un sueño. Mientras dormía, me sumergí en el mar y nadé hasta el fondo, encontrando muchas plantas acuáticas. Pude admirar la sencillez de las formas de estos seres que son importantes para toda la vida en el planeta tierra, ya que el 55% del oxígeno en la tierra es producido por las algas. Y de repente sentí que tenía un nuevo poder de tener ojos microscópicos. Con este nuevo poder pude acercar mi mirada más y más como un microscopio humano y de repente estaba en el nivel celular y podía viajar a través de varios colores y formas que me recordaban a manchas. Así que en base a este sueño estoy investigando las manchas accidentales dentro del lenguaje pictórico. ¿Y cómo estudio este nuevo universo? Primero, aplico la pintura sobre el lienzo y añado agua para extender el tinte por la superficie. Cada capa que aplico tengo que esperar alrededor de 24 horas para que se seque y luego proceder con nuevas capas. Estas manchas accidentales ya estaban presentes en pequeñas partes de mi trabajo. Y después de este sueño decidí profundizar aún más en la investigación de estos elementos. En mi sueño me enamoré de los colores y las manchas que parecen impredecibles, pero son la forma de estos seres tan pequeños en este microcosmos que despertó otra mirada por lo que parece ser solo un accidente. Todos los días pienso en la siguiente cita de Platón: "Intenta mover el mundo - El primer paso será moverte a ti mismo". Y recuerdo que mi propósito en este mundo es ir adentro al autoconocimiento y creer que si avanzo un centímetro con cada práctica artística, ya seré mejor que ayer. Mis obras son huellas de mi búsqueda y si puedo avanzar, podré mover a otras personas. En este proyecto presento obras que fueron inspiradas en un sueño que tuve, en el cual me enamoré de inmediato de los colores y las manchas que parecen impredecibles, pero que despiertan mi mirada más atenta a seres tan pequeños y fascinantes. Mi experimento casi científico, obtenido de este sueño, me trajo el resultado: Las manchas accidentales son el resultado de la contrarreacción de la materia después del contacto con el agua. Y por eso las obras, individualmente, no tienen título. Finalmente, hay una especie de desconfianza hacia la belleza. En el arte, esta resistencia se ha establecido como una forma de evitar que nuestra conciencia se vuelva ajena a sí misma, alejada de su verdadera naturaleza. Siempre he observado la naturaleza real de las cosas, de los objetos que me rodean. Para mí tiene sentido y no discreparé, pero debo decir que también para mí la realidad es una elección y mi elección es la belleza. En mi creencia no hay verdadera belleza sin alguna extrañeza en la misma proporción.