Bienal de Pekín

Garen Hovakimian, Armenia

Las obras de Garen no distraen a uno de los ritmos modernos. En sus pinturas todo está en movimiento como las formas favoritas de los artistas de Action Art y siempre sucede algo, continúa como en las composiciones de los viejos maestros flamencos. Garen nunca visitó la tierra natal de Van Gogh ni vio a Jackson Pollack. Pero es una de las raras personalidades nacidas fuera de Holanda y América que está íntimamente ligada al patrimonio artístico de estos dos países. Garen no promete al amante del arte serenidad, paz mental ni felicidad. Su camino es el del movimiento, la pasión, la energía y la fuerza de voluntad. E implica frescura, circulación sanguínea plena, juventud y vuelo hacia los mundos desconocidos y lejanos. Una persona para quien estos conceptos son ajenos, sin embargo, no se pone en contacto con estas obras de arte en vano y aquellos que están dispuestos a recorrer caminos desconocidos han encontrado en la persona de Garen un timonel espiritual que contagia a todos, incluso a aquellos que no. comparte sus puntos de vista con la belleza, la frescura y la libertad del universo.