Desde pequeña me ha gustado el dibujo y el modelado. En mi trabajo siempre me esfuerzo por el realismo, la "similitud". Quiero dibujar ojos que miren y hojas en los árboles, que seguramente se balancearán con el viento. En las pinturas, siempre quise mirar desde el otro lado a las personas y los objetos representados allí: "¿Qué hay detrás de este árbol extenso? ¿Esta dama con un vestido magnífico también tiene patrones de cuentas en la espalda?" Quería ver desde todos los lados, tocar y girar en mis manos. Y es el trabajo con una muñeca de arte lo que me da esa misma sensación de espacio. Una muñeca de arte no es un juguete o una escultura. Ella es un sentimiento, una imagen nacida de la inspiración del autor. Mira dentro de tu alma con su mirada no marioneta, fascina con su misteriosa belleza. ¡Ella es un "portal" al brillante mundo de los sueños y fantasías!
Desafortunadamente, todavía no hay exposiciones personales. Expuso sus obras como una de las expositoras.