HUEVOS DE ORO FRITOS

AGARLA SILVANO, Italia

Silvano Agarla nació en Borgomanero (NO) el 02/08/1960 y siempre ha vivido en Romagnano Sesia, un pequeño pueblo en la provincia de Novara. Desde niño ha incursionado en las artes figurativas, facilitado por una fuerte imaginación y después de la escuela obligatoria asistió a la Escuela de Arte Carlo Alberto de Novara, obteniendo su diploma (año 1978). En los años inmediatamente siguientes experimentó con experiencias artísticas de diversa índole, creando obras con técnica de acuarela, pintura al óleo sobre vidrio, prefiriendo lo naif y representando temas surrealistas inspirados en Russeau. En los años siguientes se titula como aparejador y comienza a trabajar en el sector de la construcción, como empresario y autónomo (actividades que aún realiza). Profesión que lo absorbe por completo, obligándolo a dejar de lado cualquier ambición artística durante varios años. En 2015, cambió de residencia y se encontró con un local disponible sin usar. La idea de retomar la pintura nunca lo ha abandonado y piensa en aprovechar estos espacios, para finalmente retomar todo lo que tuvo que dejar de lado durante tanto tiempo. Así, se inicia una nueva serie de obras utilizando materiales y colores de diversa índole y tipo, con predominio de las pinturas metalizadas y cromadas, así como pinturas acrílicas, óleos, acuarelas, pasteles secos, materiales metálicos y esferas de vidrio aplicadas directamente en las pinturas dan así a cada obra también un componente material. Las creaciones se suelen realizar sobre lienzo, sobre una mesa o sobre una plancha de metal. El artista prefiere las dimensiones bastante importantes, ya que determinan un impacto considerable en el observador, así como una mayor satisfacción personal en la realización. La tendencia básica predominante es el abstraccionismo, que muy a menudo provoca en el observador de la obra una suerte de evocación de cosas, animales, personas, objetos, estados de ánimo, tanto que el título del cuadro nunca es una imposición del autor, sino una propuesta sencilla. Actuar así divierte sin poner límites a la fantasía y la imaginación, descomponiendo cada idea en formas esenciales y entrecruzándolas en una especie de dinamismo cromático y matérico, y plasmándolo todo sobre lienzo, como en una imagen fija. El uso de pinturas cromadas, como tachuelas de acero, esferas de vidrio y otros materiales, otorgan a las obras la posibilidad de variar la percepción visual, por parte del observador, en función de la posición respecto a las fuentes luminosas y del tipo de las mismas. Al respecto, se considera interesante relatar lo contenido en una crítica a sus obras, atribuida a la Dra. Antonella Avallone, con motivo de una exposición personal que tuvo lugar en 2017 en la ciudad de Arona, que dice así: “Hablan por él sus creaciones, obras que sería reduccionista remontar a una sola corriente artística. El surrealismo, el cubismo de Picasso con esa referencia a su Guernica, reconocible en algunos cuadros de Agarla, el pop art, el abstraccionismo, no, el artista Agarla no puede quedar preso en meras definiciones de este tipo. Es único y quizás él mismo el creador de una nueva forma de crear”.