Año de creación | 2024 |
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Dimensiones | 35 A × 43 Al × 0.2 P cm |
Tipos de arte | pintura |
Estilo | bellas artes |
Género | retrato |
Materiales | técnica mixta, plástico |
Método de embalaje | tubo |
Un conocido que está pasando por un momento complicado médicamente hablando me pidió que pintara algo sobre una de las radiografías de su cabeza, así nació esta pieza. La obra hace referencia a la búsqueda que están haciendo en su cabeza, son lo ojos viendo el enredo, y a todas las sensaciones y sentimientos que eso despierta en esa persona, es lo que el color rojo está simbolizando y por último el búho habla de sabiduría y conocimiento, tanto el que hace falta para meterse en la cabeza de otros a investigar como el que está siendo investigado necesita para poder enfrentarse a eso y también simboliza la persistencia, tanto la que necesitan los investigadores para averiguar como la permanencia o continuidad del alma del sujeto, independientemente de lo que al final resulte.
La preocupación por la naturaleza y el espacio que habitamos ha sido una constante a nivel personal y como tal ha quedado reflejada en muchas de mis obras a lo largo del tiempo. Actualmente estoy centrando mi trabajo en la mujer; la mujer como símbolo de fuerza y tenacidad y también como guardiana y conocedora de los ciclos de la naturaleza y la estoy pintando junto a elementos florales y animales que la muestran conviviendo con la naturaleza. Esto, por un lado, lo utilizo para llamar la atención sobre el hecho de que cada vez hay menos naturaleza con la que interactuar y por otro como un recordatorio de que tenemos que escuchar al resto de los seres en la naturaleza, porque no somos independientes de ella y no podemos sustentarnos fuera de ella, necesitamos entender que somos uno y lo mismo y es lo que pretendo transmitir con mi obra, que la gente se pare un poco a pensar en cómo estamos acabando con el hábitat de las guacamayas o como estamos llevando nuestra alimentación hacia el absurdo, por ejemplo. Me gusta también utilizar elementos cotidianos para formar y armar la obra como una alegoría, guiando al observador hacia el interior del cuadro, para que desde ahí él mismo pueda descubrir su interpretación o pueda entablar una conversación con la obra.