Año de creación | 2024 |
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Dimensiones | 60 A × 80 Al × 3 P cm |
Tipos de arte | pintura |
Estilo | arte figurativo |
Género | retrato |
Materiales | acrílico, lienzo |
Método de embalaje | embalaje de cartón |
José García, en esta cautivadora escultura, explora la dualidad entre lo sagrado y lo profano. La figura central, un percusionista, se convierte en símbolo de unión entre el mundo terrenal y el de los espíritus. El artista entrelaza elementos de graffiti y diseño de cómics para crear una pieza que sirve como talismán y crítica social. El lenguaje visual de la obra, enriquecido por su estética tatuada y sus alusiones religiosas, provoca una reflexión sobre el papel de la religión en el mundo contemporáneo y la forma en la que se infiltra en nuestra vida cotidiana, hasta el punto de convertirse en una decoración personalizada y un objeto de culto por derecho propio.
José GARCÍA, nació en 1959 en Madrid donde residió hasta 1962 antes de que el destino le llevara a emigrar a Francia. Postrado en cama durante casi 3 años por motivos de salud en un centro de rehabilitación, desarrolló su agudo sentido de observación, que le permitió tener una mirada particular y original del mundo que le rodeaba y de las escenas que se le presentaban. Instalado con su familia en París, en el dinámico distrito 11, hizo novillos desde la escuela a los 10 años, y para saciar su sed de descubrimientos. artístico, con un único billete de metro, sin que nadie lo sepa, se lanza a conquistar los museos más bellos de la capital. Así fue como desde su temprana juventud, José se sumergió en una pasión inquebrantable en la creación artística, expresando su talento a través del dibujo y la pintura. ¡La libertad finalmente le ha abierto sus puertas! Unos años más tarde, su colaboración con su mentor el reconocido pintor Juan ALCALDE en los talleres de Arts et Métiers y de la Place du Tertre influyó profundamente en su dirección sentando las bases de su carrera pictórica. El artista se inspira en maestros como Picasso para las formas, Matisse para los colores, y Modigliani por sus retratos entre otros. Saca sus temas del transporte, de los cafés, de dondequiera que respire la vida y siempre con gran espontaneidad. Para profundizar sus conocimientos, realizó cursos en diversas escuelas, entre los que destacan los Talleres de Tierra y Fuego, que fueron de gran valor para su desarrollo profesional. Un experto en todos los oficios, también se distinguió en la música como compositor. Es con alegría que les ofrece aquí algunas de sus obras, cuya variedad de estilos podrán apreciar. Stéphanie Boudet.