Paz: en la orilla del río

Sveta Makarenko, Ucrania

Mi nombre es Sveta. Vengo de un pequeño pueblo de Ucrania. Para mí, el entorno es un flujo de material visual. Me interesan los personajes de las personas, sus emociones, su mundo interior y sus relaciones, el ritmo de la naturaleza y el ritmo de la ciudad, el estado interior de una persona, el aire, el canto de los pájaros... toda la vida que nos rodea es un potencial, una fuente de expresividad pictórica. Me propuse la tarea de sacar lo más importante de la corriente, viendo en ello un objeto potencial de mi obra. Para mí, el estado original, no el parecido visual. Los viajes y los encuentros con diferentes culturas también son una fuente integral de inspiración. En mi trabajo, experimento con diferentes técnicas, juego con el color, la forma y la textura, creando imágenes visuales únicas y atractivas. A través de mis obras, animo al espectador a pensar en su propio lugar en el mundo, sus relaciones con los demás y el mundo interior. Me esfuerzo por crear un espacio de diálogo y autodescubrimiento, donde cada uno pueda encontrarse a sí mismo y la oportunidad de crecer y desarrollarse. No tengo miedo de experimentar y buscar nuevas formas de expresión. Mis obras son la personificación de la libertad del pensamiento creativo y la energía vital. No pongo límites a mi arte e invito al espectador a un viaje donde puede descubrir nuevas facetas de su percepción e inspirarse en el arte. Continúo mi búsqueda y experimentación, cargándome de nuevas impresiones e ideas. Mis obras exigen apertura, coraje y exploración de los límites inexplorados del arte.