Año de creación | 2022 |
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Dimensiones | 100 A × 100 Al × 3.5 P cm |
Tipos de arte | pintura |
Estilo | arte figurativo |
Género | paisaje |
Materiales | óleo, lienzo |
Método de embalaje | tubo |
Esta obra es una alusión a la lenta agonía que está sufriendo la guacamaya, un ave que ya se encuentra en peligro de extinción. La mujer, símbolo también de la madre naturaleza, llora la muerte de una de sus hijas mientras la acuna, al fondo se distingue una masa de árboles, reducida, puesto que la desaparición de su hábitat es lo que está motivando su extinción y en primer término se observan varias calaveritas de guacamayas, haciendo referencia al tiempo que esto viene sucediendo
La preocupación por la naturaleza y el espacio que habitamos ha sido una constante a nivel personal y como tal ha quedado reflejada en muchas de mis obras a lo largo del tiempo. Actualmente estoy centrando mi trabajo en la mujer; la mujer como símbolo de fuerza y tenacidad y también como guardiana y conocedora de los ciclos de la naturaleza y la estoy pintando junto a elementos florales y animales que la muestran conviviendo con la naturaleza. Esto, por un lado, lo utilizo para llamar la atención sobre el hecho de que cada vez hay menos naturaleza con la que interactuar y por otro como un recordatorio de que tenemos que escuchar al resto de los seres en la naturaleza, porque no somos independientes de ella y no podemos sustentarnos fuera de ella, necesitamos entender que somos uno y lo mismo y es lo que pretendo transmitir con mi obra, que la gente se pare un poco a pensar en cómo estamos acabando con el hábitat de las guacamayas o como estamos llevando nuestra alimentación hacia el absurdo, por ejemplo. Me gusta también utilizar elementos cotidianos para formar y armar la obra como una alegoría, guiando al observador hacia el interior del cuadro, para que desde ahí él mismo pueda descubrir su interpretación o pueda entablar una conversación con la obra.