Año de creación | 2024 |
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Dimensiones | 40 A × 40 Al × 2 P cm |
Tipos de arte | pintura |
Estilo | expresionismo |
Género | interior |
Materiales | acrílico, lienzo |
Método de embalaje | embalaje de cartón |
La obra “Ojo” saca a la luz la inquietante realidad de cómo el fanatismo puede moldear e influir en nuestras vidas. A través de una atmósfera opresiva y la figura de un ser espectral con una única visión, la obra desafía al espectador a reflexionar sobre la importancia de cultivar una mente abierta y buscar múltiples perspectivas. “Ojo” nos recuerda que la obsesión por una única visión puede alejarnos de la verdad y limitar nuestra capacidad de vivir en armonía con los demás. Análisis de los elementos El fondo brumoso (vino, rojo, negro y cobre): Los tonos del fondo evocan emociones intensas y conflictivas. El vino y el rojo hacen referencia a la pasión y el fervor, mientras que el negro simboliza lo desconocido, el miedo y el fanatismo. El cobre añade un toque metálico, representando la rigidez de ciertas creencias y la dificultad de ver más allá de ellas. Efecto visual: La composición crea una sensación de asfixia e intensidad, con la neblina humeante representando la falta de claridad y la dificultad de percibir la realidad de una manera amplia y objetiva.
Mi nombre es Roberto y soy artista visual. Otrebor siempre ha estado presente dentro de mí, desde los primeros días que percibí el mundo que me rodeaba. Él es la manifestación de ese lado que maduró demasiado pronto, que observó la realidad con una mirada diferente, más profunda y, por momentos, más oscura. Desde pequeño me he sentido atraído por las películas de terror, por imágenes que otros evitarían. El lado B de la vida, las sombras que pasan desapercibidas, siempre me han inculcado algo, como un llamado silencioso a explorar lo que se esconde debajo de la superficie. Mi viaje como artista no es sólo una búsqueda estética, sino una inmersión continua en las emociones no resueltas y los paisajes invisibles de la psique. A través de Otrebor, invito al espectador a enfrentar la incomodidad, abrazar la complejidad de la existencia y encontrar la belleza donde la mayoría solo ve oscuridad. Cada obra es un portal a esta introspección: una oportunidad de revelar el lado B que todos llevamos dentro. El arte de Otrebor es un reflejo de este lado oculto. Cada pincelada, cada composición es una expresión de esta dualidad: la belleza que se encuentra en la oscuridad, la verdad revelada en los rincones más profundos del alma humana. A través de mi arte busco confrontar y explorar lo desconocido, lo tácito, lo que muchos prefieren no ver. Otrebor es el espejo de un universo interno, donde no se teme a las sombras, sino que se aceptan como parte integral de la experiencia humana.