Lirio

Mher Gevorgyan, Armenia

Mi padre, Rafik Keshishian, era pintor, nació en 1960 y murió en 2021. Mi nombre es Mher, nací en 2001, soy fotógrafo. Él creó más de 600 pinturas en su vida creativa, ahora he heredado más de 200 pinturas, algunas de las cuales quiero vender para embellecer los hogares de personas que viven en diferentes partes del mundo. Pronto también habrá un número limitado de mis fotos impresas en lienzo. Lea la biografía más extensa de mi padre a continuación. Espero su cooperación. El pintor armenio Rafik Keshishian nació en Teherán, Irán, en 1960. Desde pequeño le encantaba dibujar, luego asistió a cursos de arte, pero más tarde trabajó en el desarrollo personal de pinturas y esculturas en madera. Su trabajo se exhibió como individual y en exposiciones colectivas en las salas de exposiciones Ararat, Sipan y Lale en Teherán. Más tarde se trasladó a Armenia y en 1998 participó con pintores locales en las exposiciones dedicadas al Día de la Madre en la ciudad de Abovyan, que recibieron gran reconocimiento y reputación entre los círculos de artistas. Después vivió y trabajó en Armenia y pronto se convirtió en miembro de la organización de artistas de la capital. La mayoría de sus obras se encuentran fuera de Armenia y están en posesión de coleccionistas personales. Durante los 61 años de su vida, Rafik Keshishian ha logrado crear toda una galaxia de pinturas de estilo abstracto y semiabstracto, donde indispensablemente agregó un efecto de aire musical, principalmente a través de carpas rojas, grises y violetas a sus obras de arte. El artista de carácter psicólogo y filósofo siempre tenía una música sinfónica de bajo volumen que sonaba en su estudio para ayudarlo a acercarse a la obra de arte. Creemos firmemente que si no fuera pintor, definitivamente sería músico hoy. Trabajó y vivió a través de sus pinturas todos los días, y creía que el arte debe traer a la gente alegría, inspiración, emociones positivas, calidez y amabilidad. Falleció en 2021 y dejó un legado. Rafik Keshishian tiene un hijo de su único matrimonio. Su visión sobre la pintura Con más de 50 años de experiencia en las artes visuales, menciona que "ama las obras de Kandinski y Rambrandt solo porque hay tantos huecos sin descubrir en sus obras". Pinta durante todas las horas del día, pero alejado del ruido, y cuando pinta con el cuerpo y el alma, se adentra en ese mundo misterioso, y regresa solo después de llegar a la cima de la montaña.