Año de creación | 2024 |
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Dimensiones | 15 A × 10 Al × 2 P cm |
Tipos de arte | gráfico |
Estilo | arte moderno |
Género | miniatura |
Materiales | lápiz, madera |
Módulos | 2 |
Método de embalaje | embalaje de cartón |
La obra está dedicada a un estado que todos los ucranianos de hoy conocen. Es difícil describirlo con palabras, pero es fácil sentirlo. Resuena con el llanto infantil que hay dentro de cada uno de nosotros. En el concepto psicológico, el niño interior se considera una parte de la personalidad de una persona que encarna la vulnerabilidad emocional, la intuición, la creatividad y la alegría. Esta parte de nuestro "yo" contribuye a la resistencia mental, sirviendo como fuente de inspiración y apoyo interior. Al escucharse a uno mismo en todas sus manifestaciones, una persona despliega su potencial creativo, mejora el equilibrio emocional y aumenta la autoconciencia. Durante la guerra, este niño está cegado por el miedo y la ansiedad. Representado en la obra como una figura amorfa con rostro de niño, refleja la vulnerabilidad y la fragilidad, acentuadas en el contexto de la guerra (la misma cabeza de cabra maliciosa en el collar hecho de erizos y balas antitanque).
Yulia, una artista ucraniana de 22 años, trabaja en el surrealismo. Nacida en un territorio actualmente ocupado, se vio obligada a soportar muchas pruebas que tuvieron un profundo impacto en su arte. En sus obras de arte, Yulia explora emociones complejas relacionadas con la lucha, las pérdidas y la búsqueda del equilibrio interior. Sus obras son un intento de encontrar la belleza en medio del caos e inspirar a otros a buscar su propio camino.