Rana.

En esta fascinante pintura digital, Guillermo Freytes le da vida a Froggie a través de expresivos trazos y salpicaduras en blanco y negro. La paleta minimalista subraya el crudo impacto emocional de la pieza, capturando la esencia del personaje de Froggie de una manera que trasciende los tradicionales retratos de animales. La composición dinámica, rica en contrastes y fluidez, evoca una sensación de movimiento y vitalidad, encarnando la libertad del arte digital. Esta obra de arte no sólo cautiva la vista sino que también invita a los espectadores a una reflexión más profunda sobre la intersección de la naturaleza y la expresión digital.