CUADRO DE UN VUELO ETERNO

Kloska Ovidiu, Rumanía

Constantemente fascinado, este dinamismo de la forma se abre de una manera única, al proyectar una forma de mente, una actuación de la mente con circuitos neurológicos. Este es mi ojo mágico. Creo que por unicidad empieza por la capacidad misma de inventar universo a partir de cosas destrozadas por el tiempo, cosas que se han convertido en efímeras. Hay horas que paso mirando el barro, las arrugas de los árboles, el óxido de las paredes dañadas por el tiempo. Es un ejercicio que todo el mundo debería hacer. Significa desparasitar el espíritu, entrar en contacto con lo sublime. Estoy conectado con el silencio y el tiempo sin fin durante la breve charla entre las cosas. Sublime. Esotérico. Y la noche, esa luz fría y fascinante que hace que las cosas cambien de sentido, impulsada por un estremecimiento interior que se conoce de un momento anterior, revoloteando entre imágenes. Mi visual se relaciona con los sueños, la inconsciencia, el delirio, la alucinación, con el cambio de forma y de luz, con lo espontáneo, la ilusión, lo anormal y lo normal, lo bizarro y el desgaste. Nací en Rumania, distrito de Neamt, en un pequeño pueblo en el N E de Rumania el 27 de julio de 1977. En 2000 me gradué de la Universidad Técnica Gheorghe Asachi de Iasi, Rumania, Facultad de Electrónica y Telecomunicaciones. En 2009 me gradué de clases magistrales en la Universidad de Arte George Enescu de Iasi, Facultad de Bellas Artes con el proyecto Urban wear oniric interferencias object of art. Vivo y creo en Focsani, distrito de Vrancea de Rumania