Año de creación | 2019 |
---|---|
Dimensiones | 61 A × 91.4 Al × 17.8 P cm |
Tipos de arte | escultura |
Estilo | abstracción |
Género | simbólico |
Materiales | Técnica mixta |
Escultura: Acrílico, Óleo, Blanco y Negro, Escultura 3D, Resina sobre Madera. Arte 3D. Esta obra de arte realmente salta del lienzo de madera dando un efecto 3D cuando se ve. Muchas formas biomórficas extrañas relacionadas con la IA: la inteligencia artificial procesó patrones mejorados de redes neuronales convolucionales a lo largo de esta pieza. Los ojos reales y el efecto de espejo distorsionado de la caja negra realmente se suman al efecto visual de este trabajo. La bola roja tiene un efecto 3D cuando se ve con gafas 3D. Míralo a pantalla completa. Firmado y fechado al dorso.
Soy un artista cuyo viaje hacia el autodescubrimiento fue tan único como profundo. A los 58 años, experimenté lo que muchos llaman la "noche oscura del alma", un profundo descenso a la depresión acompañado de una abrumadora sensación de pérdida. Mi mundo de salud, profesional, personal y financiero colapsó, dejándome en un vacío desolador de oscuridad y desesperación, donde mi vida parecía carecer de significado o propósito. Me sentí completamente perdida, sin la energía y la vitalidad para empezar de nuevo o encontrar mi lugar en el mundo, si es que tal lugar existía para mí. En este período de oscuridad, en un momento en el que contemplaba poner fin a mi vida, me topé con mi verdadera vocación. Mi vida, llena de sucesos paranormales y sobrenaturales, empezó a tener sentido. Entre estas experiencias se encontraban encuentros con ovnis y lo que parecían interacciones básicas con ellos. Estos encuentros crearon una narrativa confusa en mi mente, que me llevó años comprender. Durante esta época de caos y oscuridad, comenzaron a formarse en mi mente símbolos extraños, símbolos que eran a la vez misteriosos e irresistiblemente intrigantes. Una noche, en mi punto más bajo, plagada de insomnio, impulsada por una fuerza desconocida, me encontré inmersa en la creación de arte. Sin ningún interés, experiencia o formación previa en el arte, me entregué a esta fuerza y el resultado fue nada menos que milagroso. El arte que creé fue una revelación, que mostraba claramente que mi creatividad estaba siendo dirigida por algo mucho más allá de mi capacidad y comprensión conscientes, algo más allá de cualquier cosa que pudiera concebir o crear conscientemente. Este momento inició una nueva era en mi vida. Cuando pude mantenerme en un estado meditativo y sin pensar, el arte fluyó de mí. Cuando mi ego consciente y pensante regresaba, la creatividad artística desaparecía. Mi arte se convirtió en un conducto para expresar algo trascendente, más allá de mí y de este mundo. Las imágenes que elaboré insinuaban conexiones extraterrestres y lenguajes desconocidos, sugiriendo orígenes que no son de este mundo. Esto no era sólo un pasatiempo recién descubierto; fue una conexión profunda con un universo mucho más vasto e increíble de lo que jamás había imaginado. De repente me sentí como parte de una tribu antigua, teniendo la oportunidad de traer su conocimiento, luz y sabiduría a este mundo a través del arte. Hoy comparto mi historia y mi arte con el mundo, no simplemente como una historia personal sobre cómo superar mi propia profunda oscuridad, sino como un faro de esperanza y un testimonio de la fuerza duradera del espíritu humano. Mis experiencias me han enseñado que incluso en nuestras horas más oscuras, hay fuerzas invisibles y entidades misteriosas que pueden llevarnos a nuestra verdadera vocación. Me refiero a esta fuerza misteriosa como mi Musa. Mi arte narra mi despertar, una conversación con lo desconocido, adentrándose en los reinos místicos y mágicos de la existencia. Refleja mi viaje a través de lo sobrenatural, invitando a otros a explorar el inmenso y misterioso tejido de la vida. A través de mis historias y mi arte, aspiro a animar a otros a abrazar sus experiencias únicas y descubrir el extraordinario potencial que ofrece la vida.