Soy autodidacta, una persona que aprendió a dibujar por su cuenta, sin lecciones ni profesores. Mis herramientas son simples bolígrafos de gel y me inspiro en mis sentimientos y en la vida cotidiana. Cada línea, cada sombra de mis dibujos es un reflejo del alma, sincero y no procesado por marcos académicos. Saco del corazón, dejando que mi estado de ánimo guíe mi mano. A veces se trata de patrones luminosos y aireados, a veces son imágenes profundas y dramáticas, pero siempre reales. Mis trabajos demuestran que el talento vive en todos y lo más importante es el deseo de compartir tu mundo interior con los demás.